Contexto
A mediados del año 2014 ―cuando estaba terminando mis estudios superiores en gráfica publicitaria―, diseñé mi primera marca personal y porfolio, los cuáles permanecerían conmigo hasta finales de 2017.

Por aquel entonces, el mensaje de la marca iría dirigido al cliente final como si se tratara de una agencia de diseño, algo un tanto incoherente teniendo en cuenta que no lo era. Por ese motivo, cuatro años después, decidí que era el momento perfecto para renovar la marca y actualizar el mensaje.
La marca
Enfoque
El objetivo era conseguir una marca personal que me identificara a mí y a mi trabajo. Un cambio bastante drástico con respecto al anterior mensaje, pues no tenía la intención de vender mis servicios a un cliente final.

«No tengas miedo de mostrar tu yo real al mundo, la autenticidad es el corazón del éxito.»
Para lograrlo, la marca llevaría mi nombre y mi primer apellido: Jonathan Centeno, una apuesta segura para identificarme. Por otro lado, con la finalidad de que mis proyectos fueran el centro de atención, el diseño debería ser sencillo y funcional.

Construcción
A pesar de tratarse de un concepto a priori muy sencillo, su construcción no fue así. En base a la proporción áurea y a una segunda cuadrícula, constituí las iniciales del boceto original con una serifa muy estilizada y personal. Con ellas, dotaría a la marca de mucha personalidad pero manteniendo el objetivo original.

Wordmark
Con la intención de mantener el icono como elemento principal de la composición, diseñé una wordmark sencilla y sin remates utilizando las mayúsculas ―concordes con las iniciales― para mantener el equilibrio de la estructura.

Paleta de colores
Como color principal, elegí un azul marino con el que me siento muy identificado. Y, como color secundario, un rojo suave que, a pesar de ser un color que no me gusta demasiado, considero que funciona muy bien con el color principal y serviría a la perfección para destacar ciertos elementos web.
Diseño web
Estructura
Con el mismo objetivo en mente y con los contenidos creados, era el momento de definir el mapa de la web y su estructura. Este paso sería clave para tomar decisiones importantes y probar una versión temprana de la web. Una vez satisfecho, comenzaría a darle importancia al apartado visual.

Tipografía
Me decanté por la tipografía Merriweather Sans Serif: una tipografía fácil de leer, con infinidad de caracteres y con cierta singularidad. Además, al no ser tan común, dotaría a mi porfolio de cierta personalidad.
Como tipografía auxiliar, utilizaría Rufina, una tipografía serifa muy característica y estilizada que conectaba a la perfección con mi marca. Su uso se limitaría a destacar ciertos elementos del diseño como citas y cabeceras.
Conclusiones
En definitiva, estoy muy contento con el resultado y con compartir un poco más de mí. Si tienes alguna sugerencia, o simplemente quieres dar tu opinión sobre este u otro de mis proyectos, no dudes en utilizar el formulario de contacto.